16.2.07

Siguiendo a los maestros


Uno tiene unos años y peinaría canas si no fuera porque está más calvo que una bola de billar, pero, en esto de la fotografía, se siente como un niño diletante y caprichoso. A pesar de tener el espíritu joven, este fotógrafo gafapasta sabe (o querría creer) que el éxito sólo se logra a través del esfuerzo, como se decía en "Fama".

La senda de la fotografía ya tiene más de un siglo, por lo que uno puede estar bien seguro de que, cuando crea que ha tenido una idea genial, alguien ya lo ha hecho antes y, probablemente, mejor. Por ello, una forma de aprender, de encontrarse a uno mismo, es a través de los otros, los que han hecho fotografías antes que tú y mejor que tú.

Así pues, como tímido homenaje a esos grandes creadores de imágenes que disparaban mucho menos que nosotros pero mucho mejor, les adjunto una fotografía inspirada en los 20 y los 30. Tómenlo como un ejercicio, como una muestra de impotencia o como quieran. Lo cierto es que este fotógrafo se lo pasó de muerte haciéndola.

No puedo terminar esta entrada sin reconocer la inestimable ayuda de Mireia, la modelo (además una gran fotógrafa, por cierto) y de la estilosa estilista Meritxell, que aunque lo es, mucho y bien, es mucho más que eso. Y ella lo sabe.