30.6.09

NO VA MÁS


Histeria. Aceleración. Trabajo. Tensión…

—Sal del agua. Toma aire. Aguanta. Sal. Respira. Relájate. Sal del agua. Toma aire. Aguanta.

En la imagen, un breve recuerdo de días más amables.

Hasta pronto.

23.6.09

FOXY LADY


Baila sobre el césped artificial del Sónar con sandalias de tacón alto. El plisado de su falda oscila en el aire como en cámara lenta. Domina el espacio, domina su cuerpo y las miradas libidinosas. El público se sitúa alrededor, en corro. Nadie quiere perderse ese espectáculo de sensualidad. Ella lo sabe, se siente deseada y se exhibe más, girando sobre ella misma, como un derviche del sexo.

Cuando decide detenerse, con la respiración alterada y las mejillas sonrojadas por el esfuerzo, me acerco a ella. Y aplaudo. Sonríe condescendiente. Sabe que lo merece.

Para ella, esta canción de Jimi Hendrix. No podía ser otra.



Buenos días.

22.6.09

ESPEJISMO


Abrumado por el trabajo pendiente, les dejo una de las imágenes captadas en el festival Sónar. Un ejemplo de que esos tres días de música y solaz son sólo un espejismo.

Buenos días.

21.6.09

SANSEACABÓ


Cerca de mediodía del domingo. Hora ya alejarse de la pantalla e intentar conciliar algo de ese sueño que apenas ha existido el fin de semana. Cuando me haya recuperado, varias cosas pendientes, responder a sus comentarios, la primera. Después, hacer alguna valoración de lo visto en los últimos días. Pero eso será más adelante. Ahora sólo tengo fuerzas para adjuntar una imagen que muestra las hieles de aquéllas mieles, en la madrugada de hoy.

La acompaño con la canción que cierra el, hasta ahora, último álbum de The Montgolfier Brothers. Su título, reiterativo como la realidad: “It’s over, it’s ended, it’s finished, it’s done”. No se me ocurría nada más apropiado que su tristeza intrínseca y ese ritmo cansino que se arrastra durante ocho minutos para dar el contrapunto musical a la imagen de hoy.



Buenos días (noches, para mi).

20.6.09

CUANDO RUGE LA PANTERA


Grace Jones no es una gran vocalista ni una consumada compositora. Su mérito estriba en un físico demoledor, buenas tablas sobre el escenario, estilismos impresionantes y saberse rodear de equipos que le ofrezcan grandes temas. Su actuación de anoche fue parte pase de modelos, parte cabaret. Pero sonó muy bien e hizo bailar al respetable. Teniendo en cuenta que la edad de Miss Jones también es respetable, hay que quitarse el sombrero.

Buenos días.

19.6.09

INSECTO


Primer día del Sónar, el festival en el que la tecnología muta a los humanos.

A las 4 de la tarde, el sol inclemente de junio provoca espejismos como éste. Jeff Mills, convertido en The Wizard y diríase que transformado en insecto. El abanderado del techno de Detroit nos trasladó a los 80, cuando comenzó a pinchar en la radio. Se escucharon, en el Sonar Village, temas de entonces, todo muy old school. Una clase magistral de buen gusto y ritmo mezclado con inteligencia. Un demiurgo de las pulsaciones por minuto. Respeto para el Sr. Mills.

Buenos días.

18.6.09

OTRO MUNDO SUMERGIDO


A partir de hoy y hasta el domingo, toca otro tipo de inmersión...

Buenos días.

17.6.09

EL MUNDO SUMERGIDO (y III)


“El ejemplo clásico es el miedo atávico que siente el ratón de campo por el gavilán: Basta mostrarle una figura de papel para que se precipite a esconderse. ¿Y de qué otro modo puedes explicar la repugnancia universal y completamente injustificada que inspiran las arañas, aunque sólo una especie pica a sus victimas? ¿Y el odio que sentimos por las serpientes y reptiles, también sorprendente, pues estos animales no son muy comunes? Sólo porque todos llevamos en nosotros mismos un recuerdo oculto del tiempo en que las picaduras de arañas gigantes eran mortales, y los reptiles dominaban el planeta.”

“El mundo sumergido”, J. G. Ballard

Finaliza hoy este improvisado proyecto. El origen de las fotografías es la búsqueda de localizaciones para una sesión, el pasado sábado.

En el transcurso del día, encontramos una pequeña ardilla, aún caliente, que había sido atropellada en la carretera. Por suerte, su fallecimiento debió de ser instantáneo, ya que recibió el impacto en la cabeza. Su cuerpo todavía estaba caliente, como a punto de seguir correteando entre los árboles. Mientras fotografiaba los restos de ese pequeño animal, la naturaleza realizaba su trabajo, implacable. Hormigas cruzaban su pelaje en dirección a la cabeza, donde estaba la herida, el acceso abierto a la materia nutritiva. El cadáver aseguraba la alimentación de otros seres.

La muerte es una tragedia si la miramos individualmente. Al aplicar un punto de vista más amplio es sólo un proceso más, un episodio de esa historia que parece no tener ni principio ni final.

El problema es que soy un individualista.

El resto de la jornada continuó bajo la sombra de ese pequeño descubrimiento. Con las temperaturas que registramos estos días el cuerpo debe de haberse inflado por los gases de descomposición, si no ha sucumbido ya ante el voraz apetito de algún animal de campo. Dentro de poco sólo quedará el pelaje, esa bella capa granate, ahora sólo una masa informe, irreconocible. La vida sigue su marcha, aunque no seamos conscientes.

Buenos días.

16.6.09

EL MUNDO SUMERGIDO (II)


"Los recuerdos biológicos son casi siempre desagradables, ecos de peligros y terrores. Nada dura tanto como el miedo. En toda la naturaleza ves ahora ejemplos de mecanismos liberadores innatos, que han estado dormidos durante miles de generaciones, pero que conservan todo su poder."

15.6.09

EL MUNDO SUMERGIDO (I)



"Casi todos nosotros hemos tenido la experiencia de deja vu, de haber visto antes todo esto, en verdad, de recordar demasiado bien estos pantanos y lagunas".

12.6.09

AUTORRETRATO (MOTORRETRATO)


La fotografía es un infinito juego de espejos.

La película, o el sensor, es el espejo que refleja —revela— un espacio, una acción, en un momento determinado. Pero la imagen refleja mucho de quien la capta, más de lo que piensa el fotógrafo al realizarla.

La imagen de hoy es un ejemplo de ello. La intención era reflejar mi motocicleta en los cromados de otra de características similares, aparcada justo a su lado. Pero, si se observa con detenimiento, la imagen deformada que devuelve el cromado presenta al fotógrafo en el momento de captar la imagen —apoyado en el sillín— e, incluso, su lugar de trabajo.

Y dejo ya de lado las interpretaciones que se puedan derivar, los sentidos que se extraen, de los elementos que conforman una imagen como la de hoy. La mirada define a la persona, mucho más de lo que nos imaginamos. De alguna manera es cierto aquello de que toda fotografía que realizamos es un autorretrato.

Buen fin de semana.

11.6.09

LA ROSA



Sales a la calle el día de Sant Jordi y te encuentras miles de rosas. Pero toparte con una tatuada tiene algo de mágico, un cierto aire de predestinación. Le pedí una fotografía, claro.

En un primer momento, era el brazo el que llamaba mi atención. Revisando la imagen, son los ojos los que me atraen. O su mirada. Porque siempre es la mirada, claro. Esa expresión de confianza, sorprendente en alguien totalmente desconocido. En una rosa que me encontré en Barcelona el día de Sant Jordi.



Buenos días.

10.6.09

UNA NOCHE EN LA BARCELONETA (II): RECEPTORES


Somos receptores. Entes inertes. Absorbemos estímulos. Ni cultura, ni conocimientos, ni capacidad de comprensión. Estímulos. Impulsos con los que mitigar nuestro aburrimiento de niños malcriados. Jóvenes que se niegan a ver la televisión, el nuevo opio del pueblo. ¿Germen de revolución? ¿Crearemos grupúsculos de resistencia? ¿Destrozaremos televisiones? Apagón analógico. Decodificadores. Pantallas de plasma. ¿Qué ventajas suponen aparte de consumir, de consumirnos?

Absortos en las pantallas, hipnotizados, hieráticos, vencidos.



Qué ironía que escuchemos a Gil Scott-Heron a través de youtube.

Buenos días.

9.6.09

UNA NOCHE EN LA BARCELONETA (I): ESCARAMUZAS


La Barceloneta, el barrio marinero de Barcelona, asentado sobre la colonizada Isla de Maians, es, en sí mismo, una isla, unida pero separada de la ciudad escaparate que la absorbió. En ella se puede respirar todavía ese ritmo cansino de nuestros veranos de infancia, cuando la premura de la tecnificación no nos marcaba el tiempo.

Noche de primavera, en una terraza de uno de los viejos edificios que se apilan en sus calles angostas. Sigo las escaramuzas del gato Roberto, que se pelea con un congénere sobre la barandilla de la terraza, ajenos a la altura del precipicio que bordean. La caída seguramente provocaría su muerte. Pero siguen maullando mientras boxean con las garras, intentando, como en los duelos de espadachines, ver quién se proclama vencedor al expulsar al otro de tan estrecho territorio.

Al final saltan los dos y corretean por la terraza. No sabes cuánto de juego y cuánto de pelea hay en sus evoluciones. Los sigo en la oscuridad. Una mano en una linterna y la otra, en la cámara. Pequeñas escaramuzas que conforman nuestras vidas.

Buenos días.

8.6.09

PRIMAVERA SOUND (y IX): RECAPITULACIÓN


Todos los festivales tienen sus pifias. Bien aquellos artistas que no aportan lo que se espera de ellos, bien aquellos cuya programación es un misterio porque es evidente que no tienen nada relevante que aportar. El Primavera Sound es, para mí, el mejor festival de música rock y pop que se hace en este país. Pero eso no le libra de que, cada año, se cuelen algunos pufos que la guía de la modernez nos quiere hacer pasar como los próximos bombazos. Confeccionar listas es convertirse en dios, en demiurgo, pensar que la opinión de uno puede tener algún valor. Disculparán pues el acto de osadía y pretenciosidad, pero permítanme asirme a la circunstancia de que absolutamente todos los que estábamos en el festival confeccionamos la nuestra, hagámosla pública o no. Intentaré dar una pequeña explicación de por qué califico a los artistas, ya sea positiva o negativamente. Queda claro que sólo opino de las actuaciones que presencié. Y no pude ver todo el cartel.

Los esenciales:
Joe Henry: Por ser elegancia convertida en música, por ofrecer un directo lleno de matices, especial, mágico. Porque no inventa nada pero lo reinventa todo.
My Bloody Valentine: Por rompernos los tímpanos (y de paso, el equipo de sonido de la organización), con su ruido bello, totalmente vigente. Por convertir la música en algo físico, que te noquea (y no exagero).
Neil Young: Por realizar un concierto lleno de vitalidad y detalles y dejar en evidencia a muchos de los veinteañeros que pretenden comerse el mundo con pose, no con música.
The Bad Plus: Porque nunca la fusión entre rock, pop y jazz sonó más fluida y natural. Por ese batería que es un don de dios.
El Gremio: Porque si rapearan en inglés y vinieran del Bronx todos les estaríamos riendo las gracias. Porque su música es original y abraza cualquier influencia que les convenga. Por un directo espectacular.

Los olvidables:
Phoenix: Porque su carta de presentación es “ser novio de Sofía Coppola” y son un remedo indie de los Maroon 5. Chicos bonitos, canciones insustanciales. Flor del momento. Con fecha de caducidad.
John Maus (en la foto): Porque hacer un directo con toda la música enlatada no es un directo, es una estafa. Porque desgañitarse entre el público no da marchamo de autenticidad, sobre todo cuando utilizas los servicios de seguridad para mantener el espacio. Para eso, quédate en el escenario. Porque todo lo que ofrece lo hizo mucho antes —y mucho mejor— John Foxx.
Sunn O))): Porque la liturgia de las capas y el humo sólo intentan esconder la vacuidad de su música. Porque son una broma, una hipérbole de los estilemas del rock and roll más trasnochado —ya saben, el rock como religión— y pretenden hacernos creer que van en serio. Por caraduras.
Alela Diane: Porque sus canciones no son nada del otro mundo, su interpretación en directo tampoco y porque una parte no desdeñable del público estaba en el Auditori por sus atributos físicos más que por su música. Porque su grupo —familia y amante—, parecía sacado de La Matanza de Texas. Miedo, mucho miedo me dieron sus gorgoritos y autocomplacencia.

El Primavera Sound 2009 es ya un recuerdo. Tiempo de moverse hacia delante.

Buenos días.

5.6.09

PRIMAVERA SOUND (VIII): EL TRIUNFO DE LOS PEQUEÑOS


En un festival tan generoso en programación como el Primavera Sound es a veces en las notas a pie de página donde se encuentran las propuestas más interesantes. Una de ellas, El Gremio, abrió la noche de despedida del festival en la Sala Apolo. Hip hop patrio de alto nivel, con bases creativas, letras inteligentes y un flow irresistible. El vídeo también es un prodigio de creatividad.

El tema, “Dame otro papel”, cara B del vinilo editado por Galleta Records. El triunfo de los pequeños.



Qué fantástico encontrar a un rapero como El Feo, con personalidad propia, no un calco transoceánico. Brillantes.

Buen fin de semana.

4.6.09

PRIMAVERA SOUND 2009 (VII) ECLIPSES


Bilinda Jayne Butcher es la co-guitarrista, co-vocalista y co-letrista de My Bloody Valentine. Parece condenada a ser siempre co-partícipe y no elemento destacado. Si My Bloody Valentine se define como el muro de ruido creado por Kevin Shields, Bilinda parece ser otro de los músicos casi mercenarios que forman la banda. Pero es mucho más que eso. My Bloody Valentine no se entendería sin la colisión entre la pantalla de distorsión de Shields y la acariciadora voz, casi en sordina, de Bilinda. Sus lánguidas melodías, en lenta progresión, son el linimento que suaviza la tensión generada por Shields. Aunque a menudo quede apagada por él, la confrontación entre luz y oscuridad es la que le aporta toda su intensidad a un eclipse. Un recuerdo hoy para ella, pues.



Buenos días.

3.6.09

PRIMAVERA SOUND (VI): LOS PIONEROS MUEREN POBRES


“I’d rather see the world with the eyes of a child”, musita Jeremy Kerr, cantante y bajista de A Certain Ratio en el tema que da título a su último y apreciable álbum, “Mind Made Up”. Pues, a pesar de sus intenciones, sus ojos, en la fotografía que publico hoy, demuestran que ha visto y vivido mucho. Son los ojos de un pionero, curtido pero vivo.

Más de 30 años en A Certain Ratio, el grupo que cambió los grises del post punk por la paleta de tonos ácidos de la ciudad que fue llamada Madchester. New Order y Happy Mondays se llevaron la fama mientras A Certain Ratio cardaba la lana. Más de 30 años y no han conseguido ser un grupo de éxito. No contaban con mártires entre sus filas o con esos escándalos tan caros a la iconografía pop. Lo suyo era hacer música, una fusión entre el pop blanco y el funk más negro. Y ahí siguen, más de 30 años después.

Los programadores del Primavera Sound, en un acto de justicia que demuestra su amor por la música, los trajeron a la última edición de su certamen. Apuesto que el 99% de los asistentes no tenía ni idea de quiénes eran. Y, sin embargo, qué diferentes sonaron los contundentes A Certain Ratio de aquellos vergonzantes New Order. Pero estos últimos podrán seguir viviendo de las rentas. El grupo de Kerr, seguramente no. Es lo que tienen los pioneros, que suelen morir pobres.

Les dejo la canción que comentaba. Interesante su atmósfera y el trabajo de guitarras.



Buenos días.

2.6.09

PRIMAVERA SOUND (V): COMO EL BUEN VINO


Así es Joe Henry, productor, multiinstrumentista y autor de una obra propia breve pero exquisita. Otro de los grandes desconocidos con los que los programadores del Primavera Sound nos deleitan, aun sabiendo que no serán los nombres que harán mover masas hacia el Fòrum. A eso se le llama filantropía.

Descubrí a Joe Henry hace aproximadamente un año, en su concierto de la Sala Apolo. Volví a casa con la boca abierta. Sólo un trío de músicos —Joe Henry a la guitarra, piano y voz, David Piltch al contrabajo y el gran Jay Bellerose a la batería— pero parecían una big band. Mención especial para éste último, un deleite verlo en directo para quien —como el que les escribe—, piensa que el percusionista no sólo fija ritmos sino que debe insinuar atmósferas y aportar detalles que enriquezcan las canciones.

Les dejo con el tema que abre su último disco, Civilians, de 2007. Por lo que ha comentado en alguna entrevista, ya tiene preparada la continuación. Le seguiremos la pista.



Buenos días.

1.6.09

PRIMAVERA SOUND (IV): SEAMOS CAFRES


Bajo la aparente seriedad, albergo un espíritu lúdico y desenfrenado que disfruta con cafradas como Duchess Says. Cierre del festival, supuesto momento de tristeza al tener que emerger de la burbuja de estos últimos días y aparición en escena de una cantante que sería una mezcla de la niña de El Exorcista en sus momentos más delirantes y de Chucky, el muñeco diabólico. A veces, se rasgaba el disfraz y dejaba ver a una joven con una sonrisa de sorpresa como diciendo “qué estoy haciendo”. Otras, desencajaba la expresión y miraba al vacío como si acabara de ser víctima de una lobotomía. Ondeando cerveza tras cerveza sobre mi cabeza, la pregunta que me rondaba era cuándo pondría en peligro mi integridad y la del equipo fotográfico. Y notabas que podía ser en cualquier momento. Que en el escenario podía pasar cualquier cosa. Que estaba lo suficientemente loca como para que así fuera. Y la sensación de incertidumbre era realmente atractiva.

Viendo la foto y escuchando esta bella melodía que abre su último álbum, se podrán hacer un pálido reflejo de qué experimentamos la noche de ayer en la Sala Apolo.

Buenas tardes.